lunes, 9 de febrero de 2009

UN CASO DE ABUSO CLAMOROSO

El caso del soldador Enrique Vidal que ha sido investigado por Canal 4 en su programa Cuarto Poder de hoy domingo 8 de febrero es realmente clamoroso. Este muchacho honesto y trabajador según su jefe y compañeros de trabajo, ha sido enjuiciado y encarcelado en Lurigancho, acusado de haber robado una cadena de oro a un mayor comisario que circulaba en su camioneta acompañado de dos policías.

Si yo fuera Presidente de la República, después de verificar la información dada por el Canal, ordenaría –a través de la Ministra de Justicia- inmediatamente su libertad, destituiría al mayor y a los dos policías involucrados, y los sometería a juicio por abuso de autoridad, así como también ordenaría una investigación de los jueces que han intervenido en este caso.

¿Por qué se debería actuar de esa manera? Porque a la policía no se le puede respetar si sus miembros no respetan a los ciudadanos. Es obvio, de otro lado, que este es un caso que debería ser asumido también por la Defensoría del Pueblo. Sin embargo, no se puede esperar a que esos trámites sigan el proceso lento que sabemos que suelen tomar las instituciones oficiales. Por eso es que yo creo que un presidente realmente preocupado por sus ciudadanos debería actuar discreta pero inmediatamente, ya que está en peligro la salud mental de una persona inocente que puede sufrir, como consecuencia de esta gravísima injusticia, un grave y permanente daño. Y se trata también de una familia humilde destrozada.

Las medidas disciplinarias contra los policías involucrados tendrían la ventaja de advertir al personal policial que no puede proceder abusivamente para sacarse el clavo de un robo, como parece ser este caso. ¿Debe un presidente de la República intervenir en un caso semejante? Yo creo que Fernando Belaunde o Valentín Paniagua lo habrían hecho.

De otro lado, creo que el Parlamento debería llamar tanto al Ministro del Interior como a la Ministra de Justicia para que informen del caso.