lunes, 1 de febrero de 2010

EVANGÉLICOS INTENTAN RAPTAR NIÑOS EN HAITI

Si las intenciones de los diez bautistas norteamericanos que trataron de raptar a 33 niños en Haiti el otro día eran rectas, hay que decir que son ingenuos al extremo de ser idiotas. ¿Cómo se les ocurre pensar que pueden llevarse a un grupo numeroso de niños de un país sin haber realizado las gestiones legales necesarias? Peor aun ¿cómo se les ocurre pensar que pueden llevarse unos niños contra su voluntad, según parece, y sin avisar a sus padres? Eso no sólo es un desatino, sino un acto de crueldad con los niños y con sus padres. Ellos merecen no sólo ser sometidos a juicio sino condenados a una larga prisión. Y el pastor que los apoya debería ser destituido de su cargo y recibir una reprimenda pública.