viernes, 1 de julio de 2011

LA DEMOCRACIA Y EL ISLAM

Ahora que se están produciendo levantamientos simultáneos en varios países del mundo árabe contra las dictaduras que los gobiernan desde hace décadas, ha surgido la esperanza de que esos regímenes autocráticos que empobrecen a sus pueblos para beneficio de una elite privilegiada, sean reemplazados por gobiernos democráticos.

Pero esa es una ilusión que desconoce la historia. La democracia que hoy conocemos como sistema de gobierno es una creación de la civilización occidental cristiana y no puede ser exportada fácilmente a otras culturas, y menos que a ninguna otra a la musulmana, cuyo sistema de gobierno ideal es el califato de estructura vertical y autócrata.

El único país árabe en el que ha habido durante un tiempo democracia es el Líbano, porque al lado de la población musulmana convivía en ese país una numerosa población cristiana que lo gobernó en la práctica, es cierto armando inestables coaliciones políticas, hasta que fue invadido en la década de los noventa por Siria.

La democracia libanesa fue heredada del protectorado francés que rigió ese país y Siria entre las dos guerras mundiales. Pero en Siria, mayoritariamente musulmán, la democracia no pegó.

Rusia, aunque es un país cristiano, nunca conoció la democracia. Pasó de la autocracia zarista a la dictadura comunista (que sobrevive bajo un manto republicano), porque no pertenece a la tradición latina (occidental) sino a la bizantina (oriental) en la que ambos poderes, el político y el religioso, estuvieron concentrados en la mano del emperador bajo el sistema que ha sido llamado “césaropapismo” (Recuérdese que “zar” es “césar” en ruso).

Aparte de Israel, -que es una democracia de tipo occidental, aunque no es un país cristiano, pero cuyo sistema de gobierno parlamentario los inmigrantes judíos trajeron consigo de Europa- han existido ininterrumpidamente en Asia desde el final de la segunda guerra mundial, sólo dos democracias propiamente dichas: el Japón y la India. Al primero la democracia le fue enseñada pacientemente por ese hombre de genio que fue el general Mac Arthur, comandante de las fuerzas de ocupación. El segundo heredó la democracia parlamentaria de sus colonizadores británicos. Corea del Sur y Taiwan son actualmente también democracias, pero después de haber vivido mucho tiempo bajo dictaduras. En la China, aunque ha liberalizado su economía, impera una dictadura de partido.

En las demás excolonias británicas del Lejano Oriente (como Myanmar, Malasia, Pakistán y Bangladesh) que son, salvo la primera, de religión musulmana, como lo es también la excolonia holandesa Indonesia, la democracia fue pronto sustituida por regímenes autocráticos. Una excepción en esa región es el estado isla de Singapur, de población mayoritariamente china y en parte cristiana, que tiene una democracia parlamentaria. Tailandia y los tres países que conformaron la antigua Indochina francesa, han oscilado entre democracias formales y regímenes abiertamente dictatoriales.

Los demás países musulmanes del Cercano y Medio Oriente han tenido sea monarquías o dictaduras desde que se independizaron. El intento norteamericano de imponer la democracia en Irak, fue un rotundo fracaso que ha dejado a ese país en el caos. En Irak como en Egipto, la desaparición de gobiernos fuertes ha puesto en peligro a las numerosas comunidades cristianas que antes gozaban de la protección que les brindaba el orden establecido. Ahora es de temer que el espacio que ha quedado vacío en los países convulsionados sea ocupado por la Hermandad Musulmana, o por otros grupos islamistas que tienden hacia el fanatismo religioso, lo que los aleja de una posible primavera democrática.

Turquía, que es un país musulmán mas no árabe, vivió bajo una dictadura militar desde la revolución de Kemal Ataturk en 1922 hasta el final de la segunda guerra mundial, en que se estableció una democracia que ha sido varias veces interrumpida por golpes de estado, pero ahora goza de mayor estabilidad.

De los países del Magreb colonizados por Francia, Marruecos es una monarquía autoritaria; Argelia es una dictadura; así como lo era la convulsionada Túnez. En las excolonias europeas del África subsahariana, donde conviven en porcentajes variados las religiones tradicionales, el cristianismo y el Islam, las democracias instauradas cuando alcanzaron la independencia cedieron pronto el lugar a dictaduras de hecho o a democracias frágiles. El Senegal, de mayoría musulmana, sería una excepción.

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