NUEVO ALCANCE SOBRE GAZA
Ahora que las tropas israelís se han retirado de Gaza (y lo hicieron justo antes de que el Pdte. Obama asumiera su cargo en los EEUU), la opinión pública israelí comienza a preguntarse si realmente han ganado algo con esa guerra que ha traído tanta destrucción y causado tantas muertes.
Muchos críticos en Israel dicen que aunque Hamás haya sufrido un rudo golpe, su poder de fuego no ha sido realmente quebrado, ni menos ha disminuido su popularidad entre la población de la franja sino lo contrario. Los túneles que conectan con Egipto, a través de los cuales se realiza el contrabando de armas, han sido reparados o han construido otros nuevos, de manera que el lanzamiento de cohetes sobre los asentamientos judíos cercanos continúa.
Los más recalcitrantes creen que la ofensiva no debió haberse detenido, cualquiera que fuera el costo humano, hasta destruir por completo el poder de Hamás. Otros creen que el daño hecho a la imagen internacional de su país ha sido demasiado grande como para compensar el daño limitado inflingido a Hamás.
A mi juicio, la troika conformada por Olmert, Barak y Livni debería ser acusada ante un tribunal internacional por grave atentado contra los derechos humanos, como fue acusado en su momento Ariel Sharon, por la matanza de Sabra-Shatila, en el Líbano, de inicios del 82. Claro está que él no ha llegó a ser juzgado por esa matanza, pero eso no quiere decir que escape al juicio divino. Como es sabido, Sharon sufrió un derrame cerebral en el 2006, a poco de retirarse de la franja de Gaza, que había invadido. Desde entonces se encuentra en estado de coma. Pero su alma no está en coma. No me extrañaría que se encuentre bien despierta en la antesala del infierno.
Desgraciadamente el rechazo a la reciente ofensiva contra Gaza es una opinión minoritaria en Israel, y desgraciadamente también, no hay ningún político de recambio en ese país cuya elección pueda significar una modificación de la política prepotente que ha venido siguiendo ese país desde el asesinato de I. Rabin en 1995. A Netanyaju, que saldrá posiblemente victorioso en las elecciones de febrero, ya se le conoce como un duro, aunque es probable que los últimos acontecimientos le hayan enseñado algo en el sentido de la prudencia y no quiera repetir los errores de Olmert.
La incógnita naturalmente es saber qué posición va a asumir el Pdte. Obama respecto del Cercano Oriente , aunque un signo de su probable orientación lo constituye el hecho de que la primera persona a la que llamara por teléfono al asumir el mando fuera el presidente Abbas de la Autoridad Palestina, antes que a ningún otro jefe de estado, y de que haya nombrado un enviado especial con el encargo de lograr un entendimiento entre las partes del conflicto. Del liderazgo que asuma Obama y de las medidas que anuncie cuando llegue el momento depende en gran parte la dirección que tomen los acontecimientos en el Mediano Oriente.
Si bien lo que está ocurriendo en esa atribulada zona del mundo nos entristece o enfurece, según sea el caso, de otro lado, nos llena también de esperanza porque esos hechos constituyen para nosotros un signo de que la venida de Nuestro Señor Jesucristo se acerca. ¡Maran atá! ¡El Señor Viene! ¡Oh sí, Maraná ta! ¡Ven Señor Jesús! ¡No tardes!
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