viernes, 28 de mayo de 2010

LA DIGNIDAD HUMANA

La ola de suicidios, como consecuencia del maltrato laboral, que se ha presentado en el gran complejo industrial informático de Foxcom en el sur de China, según noticias recientes, pone en evidencia la gran diferencia en el respeto al ser humano que existe entre el mundo occidental cristiano y el Oriente pagano, donde la vida humana tiene poco valor. Tampoco lo tenía, dicho sea de paso, en la antigua Roma, que era sumamente cruel antes del cristianismo, como lo atestiguan los espectáculos del circo romano; ni lo tenían los pueblos bárbaros que invadieron Europa a comienzos de la era cristiana. El cristianismo infundió en la mentalidad de los hombres y en la cultura en general, una noción nueva y diferente de la persona humana como criatura de Dios y objeto privilegiado del amor divino -que ya existía, es cierto, en germen en el Antiguo Testamento. Pero la encarnación y la muerte del Hijo de Dios, que se sacrificó para salvar a los hombres, confirió al ser humano ante sus propios ojos un valor y una dignidad que antes no tenía, e hizo que su vida fuera preciosa. Eso es algo que aún el mundo pagano contemporáneo desconoce, y por eso, pese a la influencia que el Occidente ha ejercido en su cultura en los últimos doscientos años, en ese ambiente se desprecia la vida humana.

No hay comentarios: